Consiste en un diagnóstico dermocosmético del estado de la piel y la elaboración de un plan personalizado de tratamiento con cosmética médica avanzada y/o terapias de revitalización cutánea.

Un estudio dermocosmético de la piel es una exploración de la superficie de la piel mediante técnicas de alta tecnología y resolución.

Permite establecer un diagnóstico cualitativo y cuantitativo de inmejorable precisión sobre el estado de la superficie de la piel y sobre los efectos de los cosméticos que se han aplicado.

A partir de este diagnóstico en profundidad podemos proponer un conjunto de tratamientos personalizados y diferentes para cada paciente, que también se adaptarán a otros factores, como su edad o la estacionalidad.